miguel angel montilla

La grúa

Vine de acompañante de Fería a Castellón de la Plana.

Mi trabajo es dar conversación, cargar la furgoneta, descargarla, preparar ensaladas, hacer recados y dormir con la artesana que me contrata.

El segundo día de fería me dieron una hora libre y entré a una charla que llevaba por título «tearapía gestal encuentro y movimiento».

La experiencia sirvió para darme cuenta que mi corazón estaba cerrado.

Salí y me habían cambiado la furgoneta por una pegatina del ayuntamiento.

Los policias cumplian ordenes.

Los asalariados de la Fería cumplían órdenes.

Al rato encontré a la responsable principal.
le enseñé la pegatina,

hizo un monologo sobre la inconveniencia del estacionamiento porque venían los políticos y mi furgoneta no cumplía con el canón de belleza requerido para esos casos. Dice que anunciaron por megafonía que se iba a proceder a retirar vehiculos. No me enteré, estaba sumergido en un taller para abrir mis emociones aunque después se abrió mi cartera.

Le ofrecí trueque

Si usted me paga la grua le clasifico las toneladas de basura que se producen cada día en este recinto del parque del auditorio de Castellón,
con más de 300 puestos que se supone son Alternativos, es decir, que proponen otro modelo más sostenible y ecológico.

Embusteros.
La mayoría revende artículos fabricados por niños de paises pobres.
Usureros.
Porque habeís convertido una idea utópica en un negocio.

-Si quiere puedo separar en contenedores
de
Platico
Papel
Y metal los desperdicios.

-No, fue la respuesta.

-Si quiere puedo limpiar las letrinas cada 2 horas y hacer abono para las plantas con la gran cantidad de mierda que se acomula en estos días.

-No, fue su respuesta.

Desesperado acudí al deposito de vehiculos. Allí pagué pero mi coche se encontraba a 1 hora y media de camino. En la otra punta.
Caminé, caminé y camine,
Paré en una tienda china y me compre una falda, medias de rejilla y carmín, pensaba que por un travestido tendrían compasión.

Al llegar ví el camión grua, dejé mis labios rojos impresos en el retrovisor (tu no tienes la culpa de nada cariño)

Cuando fuí a pagar la multa le pedí una dedicatoria escrita al policía
sobre el resguardo.

-No, fue su respuesta.

Cuando llegué al local donde se encontraba la furgoneta, al lado de un cementerio, lleno de casas semi-abandonadas, le canté una canción de amor al funcionario al que le entregue la multa pagada con dedicatoria autoinventada por el que escribe este texto amargo.

-Al fondo a la derecha me dijo mientras miraba mis piernas.

Acaricie con ternura la furgoneta antes de arrancarla y le pedí perdón de rodillas. El funcionario se encendió un cigarrillo y se abrió una cerveza de litro.

Al salir me cuco un ojo.

Al llegar otra vez a la fería, sin dinero, en ayunas, con hambre de venganza insaciada me coloqué en medio de la feria y mis manos iban quitándome la ropa.
Una pareja de la policia nacional me ha detenido.
La organizadora sonríe mientras me llevan al calabozo.

-¿por que?-me pregunta el comisario.

No detengas el momento por las idecisiones,
para dar un paso adelante corazón con corazón,
reir contigo será mi salvación,
llorar contigo será mi salación,
Pero si tu me dices ven lo dejo todo,
que no se te haga tarde y te encuentren
en la calle desnudo.
(LOS PANCHOS)- esa fue mis respuesta.

El policia ha llamado al hospital psiquiatrico.

Mi mujer ha venido a recogerme habla por mí.
Yo he perdido la voz.

La voz se calla frente al dinero y la mentira.
Los que hablan por voz de la naturaleza están construyendo un imperio devastador.

No me quedan palabras para expresar la decadencia de esta Feria.

Estoy rebuscando en las basuras y no paro de rosigar costillas de cerdo que se dejan los clientes de la multitud de cantinas de este burdel ecológico.
Me he abierto clandestinamente un negocio al lado de la caseta de la organización «intercambio de parejas».
LA organizadora se ha interesado por mi actividad, en este momento me está quitando la ropa, ahora si que quiere trueque, favor por favor.

Sobre mi cabaña hondea una bandera blanca.
Lo siento, me he rendido. Soy una prostitua más de este mercado alternativo.

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