miguel angel montilla

Navegante del vacio.

El sábado una empresa que se hace llamar «agencia de espectáculos», pero que en realidad vive de la vulgaridad ofrecida por jovencitos y jovencitas que se desnudan en despedidas de soltero, me contrató para hacer un show cómico en un restaurante.

Un hombre se jubilaba, su empresa le beneficiaba una cena por honor, por deferencia, por respeto al trabajo bien cumplido.

Durante el show me hice pasar por su amante y el hombre resulto ser un cómico excelente, lleno de ironía, escucha, respeto y entrega.

Todo el mundo necesita salir de si y convertirse en otro. Aunque sea un minuto al día. Jugar a ser otro, es jugar a ser tu mismo más profundamente.

Invitó a todos mis lectores a que muten, y se conviertan en otros.

Quiero ser el otro para ser yo.

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