Mañana por la tarde actuamos en Aspe un grupo de investigadores teatrales que llevamos un tiempo buscando que se esconde entre las páginas escritas por tan afamado autor.
Si bien en un principio estuvimos tentados de representar fidelignamente algunas de las escenas de Don Quijote de la Mancha, a medida que hemos ido investigando nos hemos dado cuenta que nos interesaba más que hay dentro de nosotros mismo de (quijotesto) y de «sanchopancesco».
Es decir que capacidad tenemos nosotros en nuestra existencia de «ensoñar» de apostar nuestra energía por un sueño o que tanto nos anclamos a la tierra para vivir «epicureamente» lo que los placeres y los sentidos nos provengan.
En esta búsqueda que mañana realizaremos en la CALLE CERVANTES DE ASPE de 5 a 8 de la tarde, nos hemos ido dando cuenta que la vida que vivió mi tocayo Miguel de Cervantes y Saavedra fue un cúmulo de calamidades que le permitieron a través de los años, entender que el humor «nos salva» del tedio y la mediocridad y que este es un guiño de la inteligencia para sobrevivir frente al dolor cotidiano, permitiéndonos vivir con el «corazón » y las «entrañas» para poner al servicio de nuestros ideales las acciones necesarias para conseguirlo, por muy descabelladas que parezcan.
Estoy muy contento de haberme rodeado de un elenco de actores y actrices que han puesto toda la carne en el asador, en honor a la misión de conocer el otro lado de las historias que nos contó tan insigne autor.
Sobre todo queremos saber a que huelen las historias de un lugar
de la mancha…
