Anduve por LA RODA contando en la Biblioteca pública. Me llamo la atención una idea que llevan a cabo Toñi y su compañeras bibliotecarias.
Se trata de crear focos de interés por determinados temas: Cocina, experimentpos, biografías, ect.
Ponen unas cajas de colores con libros de éstas temáticas y mediante un concurso suscitan el interés por estos libros que antes permanecían en las estanterías acomulando polvo y olvido.
Actividades como éstas son las que pueden salvar a la Biblioteca de la «tiranía de lo visual», de ese empecinamiento que llevamos los humanos en estar más pendientes de las pantallas que de nuestros propios congéneres.
El futuro de las Bibliotecas se tambalea, algunas veces me dá la impresión cuando entro a una biblioteca que es un cementerio de libros lo que allí habita puesto que cuando miro las fechas del último préstamo de algunos libros rondan las 2 décadas.
Iniciativas como las de LA RODA o como las que durante años hacen las Bibliotecas de Villena sirven para conseguir que leer siga siendo un «acto mágico» que te transporta al mundo imaginario de otro ser y que dá sentido al gran sin sentido de la existencia.