EL pasado sábado anduve contando en LA SALLE de Alcoi, el espacio está enclavado en un barranco donde da la sensación de una escuela en el bosque.
A la sesión vinieron padres e hijos en comitiva alegre,
acto seguido había unos talleres denominados de «hara». (me llamo especialmente la atención el nombre)
Al parecer son unos talleres de «autoconocimiento vivencial» es decir participan padres, alumnos, docentes, personal del centro para tratar de ahondar en uno mismo, en los laberintos inescrutables y desconocidos de nuestra propia conciencia, para de esta forma revelar quienes somos y no tanto quien pretendemos ser frente a los demás.
Tratar de saber donde se quedo nuestro «ser interior» en esta desenfrenada carrera de la vida en la que nos ponemos «máscaras» y «patrones» heredados de nuestro ancestros que limitan nuestro crecimiento personal y humano.
Como curioso investigador me asomé por la puertas donde se celebraban dichos talleres y sentí la presencia de algo invisible que hacía que los que allí participaran estuvieran recordando después de mucho tiempo quienes eran de verdad. (sus caras ofrecían esa calma que ofrece la búsqueda del misterio que todos llevamos dentro)
Éstas son las acciones que hay que potenciar en las escuelas, para revelar la verdadera identidad de los centros educativos, lugares donde poder experimentar, sentir y soñar…
Gracias Belen y compañía por aportar al mundo «criterio» y «co—-razón».