miguel angel montilla

la bicicleta, el gitano de ojos claros, mi padre.

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Durante años deseé una bicicleta con todas mis ansias. Lo que me daban mis padres para comprarme algo en el cine lo ahorré durante años para poder tenerla.

Un día abrí la hucha y compré la bicicleta. Cuando me subí y sentí la velocidad del aire dándome en la cara me dí cuenta que todos esos domingos de privación dulzaria habían merecido la pena.

Al día siguiente un gitano cuyo ojos me recordaban un cielo nublado, me la quiso quitar, me empujó, mi cabeza golpeó contra una pared de cal, él levantó la rueda y justo cuando giraba la esquina se cruzó con mi padre que recuperó mi bicicleta y me acurrucó entre sus brazos, mientras lloraba.

Ahora que me hice grande, ¿quien me cuida, quien cura mis heridas, quien me habla despacio, quien me protege?

Echo de menos mi bicicleta, echo de menos que mi padre me cuide.

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